Las fuerzas de seguridad de Prefectura y Gendarmería que cercaron el predio del Parque Indoamericano para controlar la ocupación de la semana pasada, fueron atacadas anoche por supuestos vecinos de Villa Soldati y Villa Lugano, dijo hoy el jefe de Gabinete de Ministros.
Aníbal Fernández brindó una conferencia de prensa, junto con el ministro de Justicia, Julio Alak, para señalar que los desmanes se produjeron de manera deliberada y no por una reacción espontánea. “Había personas preparadas para venir a provocar esta situación”.
“Acá no se trata de vecinos, sino de activistas, más allá de que alguno pueda vivir en el barrio”, acusó Fernández, en una sala del edificio de Prefectura, a donde se convocó a los medios. “Esto no es una casualidad, no son vecinos que se encontraron y estaban enojados.”
Para justificar la aseveración, en una mesa se exhibieron todo tipo de armas que utilizaron los activistas para atacar a las fuerzas de seguridad, que estaban desarmadas para evitar cualquier tipo de escalada en el conflicto: había pistolas, restos de bombas molotov, piedras y evidencias de ‘tumberas’. Y el jefe de ministros mostró el impacto de una tumbera en el chaleco de un efectivo de Gendarmería, que está internado aunque fuera de peligro.
Para Aníbal, entre los responsables de esos desmanes se encuentran “punteros políticos de la Capital Federal y dirigentes políticos de la provincia de Buenos Aires”. Y subrayó que “siempre para la misma fecha” se producen hechos de violencia que buscan “sembrar desconcierto y preocupación”.
De todos modos, Fernández expresó que el conflicto de las familias que ocuparon ese predio porteño para reclamar su situación de emergencia habitacional está en vías de resolverse. Y pidió “que no haya más conflicto entre los vecinos y los ocupantes”. Además, destacó “el impecable trabajo del Ministerio de Desarrollo Social”, que se encargó de censar a los ocupantes para conocer en profundidad sus necesidades.
Aníbal Fernández brindó una conferencia de prensa, junto con el ministro de Justicia, Julio Alak, para señalar que los desmanes se produjeron de manera deliberada y no por una reacción espontánea. “Había personas preparadas para venir a provocar esta situación”.
“Acá no se trata de vecinos, sino de activistas, más allá de que alguno pueda vivir en el barrio”, acusó Fernández, en una sala del edificio de Prefectura, a donde se convocó a los medios. “Esto no es una casualidad, no son vecinos que se encontraron y estaban enojados.”
Para justificar la aseveración, en una mesa se exhibieron todo tipo de armas que utilizaron los activistas para atacar a las fuerzas de seguridad, que estaban desarmadas para evitar cualquier tipo de escalada en el conflicto: había pistolas, restos de bombas molotov, piedras y evidencias de ‘tumberas’. Y el jefe de ministros mostró el impacto de una tumbera en el chaleco de un efectivo de Gendarmería, que está internado aunque fuera de peligro.
Para Aníbal, entre los responsables de esos desmanes se encuentran “punteros políticos de la Capital Federal y dirigentes políticos de la provincia de Buenos Aires”. Y subrayó que “siempre para la misma fecha” se producen hechos de violencia que buscan “sembrar desconcierto y preocupación”.
De todos modos, Fernández expresó que el conflicto de las familias que ocuparon ese predio porteño para reclamar su situación de emergencia habitacional está en vías de resolverse. Y pidió “que no haya más conflicto entre los vecinos y los ocupantes”. Además, destacó “el impecable trabajo del Ministerio de Desarrollo Social”, que se encargó de censar a los ocupantes para conocer en profundidad sus necesidades.